martes, 15 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD





La Navidad, según la Biblia, nos habla del amor de Dios.

"En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados".


El canto de los ángeles, la aparición de ejércitos celestiales que aquella noche cantaron gloria a Dios, la estrella que guió a los magos hasta Belén, el humilde pesebre donde estaban la madre y el Niño, nos hablan de la gracia y el amor infinitos de Dios. El Hijo de Dios venía a habitar entre nosotros, pecadores del mundo, con el propósito de llevar nuestros pecados sobre si y redimirnos de la maldad.


Bien exclama el apóstol Pablo: "Ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos".


La Navidad también nos habla de un obsequio, un regalo de Dios que perdura. En aquella primera Navidad, Dios nos entregó el más grande regalo de toda la historia, el Hijo amado de su corazón. La Biblia declara que el regalo que nos da Dios, es vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor.


El verdadero significado de la Navidad es que este regalo de Dios tiene que ser recibido. Jesús vino al mundo y nació de una virgen, es verdad, pero este no es el final de la historia. El murió en la cruz por nuestros pecados, resucitó de entre los muertos y ahora vive. El Niño de Belén es el Cristo de los Cielos, el Señor de los señores y Rey de reyes.


Para conocer y experimentar la vida eterna debes abrirle el corazón a Jesús. Hubo un primer pesebre en la aldea de Belén pero debe haber un segundo pesebre. Esto no quiere decir que el Señor Jesús va a nacer de nuevo como hombre. La Biblia declara que una vez fue suficiente; la obra fue perfecta y no hace falta repetirla. El segundo pesebre que debe haber es tu corazón en el cual Cristo quiere entrar. Es por eso que nos dice: "Recuerda, yo estoy siempre a la puerta y llamo, si alguno escucha mi llamado y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo." (Apocalipsis 3:20)



¿Has abierto ya el pesebre de tu corazón para que el Señor Jesús nazca allí y la luz de Dios se revele en tu alma? Tu Navidad en este año puede ser la Navidad más maravillosa que hayas conocido. Si recibes el regalo de Dios, que es Cristo mismo, en tu corazón, esta celebración tendrá un significado incomparable. Recibe al Señor Jesús en tu corazón y entonces tendrás paz con Dios y paz interior.


¡Y eso si que es digno de celebrarse!

sábado, 28 de noviembre de 2009

Por amor a ti... no callaremos... ISAIAS 62:1


Te dejamos la segunda promo...





sábado, 24 de octubre de 2009

Por amor a ti... no callaremos... ISAIAS 6:1

Te invitamos a ver... y a participar














jueves, 22 de octubre de 2009

domingo, 11 de octubre de 2009






!HAY SALIDA!


Sin duda, muchos conocemos el dicho... "Todos los camino llevan a Roma", en donde la gente piensa que hay solucion en todas partes...


Pero que pasa cuando no alcanzamos nuestros objetivos, cuando nuestros proyectos no se concreta... nos desesperamos y buscamos de distintas parte para lograr lo mas anhelado...

Otros tratan de encontrar una religion tras otra...

Pero que alentador es que el mismo Jesús nos da la clave, el pasword, para acceder a nuestro Dios... y aun más abrio el camino para que pudieramos caminar y llegar a la hermosa presencia del Señor... que alegria, nunca mas cerrado... Él provee de la reconciliación perfecta con Dios (2 Cor. 5:18-19), y Él nos ha dado el ministerio de reconciliación ( v. 20), debido a Su gracia incomparable (v. 21).


Una de las cosas que la Biblia nos enseña es que debido al pecado que adan y eva, dice en Romanos que estabamos destituido de la gloria de Dios, fijate destituido, sin derecho a acceder, con obstaculo... desde adan hasta Jesus es demasiado el tiempo... pero Jesús al llevar esa cruz tan despreciada en ese tiempo... pero apreciada por nosotros, ya que por ella... si.... por esa cruz, nos sirve como puente...



Por eso amigo te invito a que pases ese abismo no para caerte, sino pasalo por el puente firme, por el puente que Cristo lo puso para ti...
Es tu desicion, tomalo o dejalo, quedate o sigue adelante!!!
El es el camino perfecto...
Luis...


jueves, 13 de agosto de 2009

GUERRA ESPIRITUAL


¿Qué es?



La guerra espiritual existe en una dimensión oculta, sobrenatural, donde nuestro Dios es todopoderoso y Satanás está en rebelión. Como cualquier cristiano pronto descubre, aunque la guerra espiritual no se ve, es absolutamente real. La Biblia habla de la guerra espiritual en muchos lugares, pero más directamente en Efesios 6:12, donde Pablo habla de ponernos toda la armadura de Dios. "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."


¿Cómo entramos en la batalla como cristianos?


La guerra espiritual es una imagen que muchos de nosotros preferiríamos rechazar. Sin embargo, ya que la Biblia usa términos de guerra, es mejor que aceptemos las imágenes de Dios, para poder estar preparados adecuadamente para la batalla real. Como cristianos, atravesamos más que una mera "lucha" en la tierra, y parece que las imágenes de guerra captan esta realidad mejor que cualquier otra cosa. Ya que es una guerra, Dios manda a los cristianos, en Efesios 6:14-18, a que utilicen un muy específico juego de armaduras y de armas. "Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia; y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobretodo tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu..." La lista de las armas de Dios es muy especial - estas son "armas de paz." A través de la Biblia, encontrará ejemplos de las armas de Dios en acción. Por ejemplo, el Rey Josafat mandó a que cantasen alabanzas a Jehová delante de sus soldados, para confundir al enemigo. Josué usó cantos y trompetas para destruir la gran ciudad de Jericó. Y qué mejor ejemplo del uso de la fe en la batalla, que el de David enfrentando a Goliat sólo con una honda. Por supuesto, la lección en todos estos ejemplos (así como en toda guerra espiritual de hoy) ¡es que sólo Dios es quien nos permite obtener la victoria sobre el mal!



Estad Firmes en el Señor


La guerra espiritual es una realidad de la vida cristiana. Pero recuerde, conocemos el final, nuestro lado gana. Debido a que el diablo ya ha sido derrotado, no pierde nada en tratar de arrastrar a la derrota junto con él a toda la gente que pueda. Por lo tanto: "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de Su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo." (Efesios 6:10-11).

sábado, 8 de agosto de 2009

UN HOMBRE MEDIO MUERTO


Lucas 10:30-35.
Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
Mucha gente que aparentemente ha alcanzado logros en su vida realmente está descendiendo. Aunque tengan una carrera lucrativa, aunque exhiban éxito profesional, aunque se le reconozca status, aunque hayan trepado en la escala social y económica, la realidad es que descienden.
Van siempre de Jerusalén (Ciudad símbolo de los que buscan de Dios) a *Jericó( Ciudad símbolo de los que se deleitan en las riquezas materiales y viven para el mundo y sus ofertas tentadoras). Y ni siquiera llegan a completar su viaje porque hay muchas trampas y asechanzas en el camino. Si esta parábola la viéramos desde la perspectiva del hombre medio muerto se constituye en un testimonio conmovedor. Se convierte en la historia de uno de tantos hombres y mujeres que han fracasado miserablemente en la vida y están a la merced de muchos peligros, incluso la misma muerte los está esperando al doblar de la esquina. Entristece saber que haya tantas personas que se debaten entre la vida y la muerte y están tirados a un lado del camino y sacados de circulación.
I. Un hombre caído
1. Cayó en manos de ladrones.
2. Es despojado: Los ladrones lo despojaron. Significa que lo desnudaron.
3. Herido: Le hirieron
4. Abandonado: Se fueron.
¿Quiénes son tus ladrones?.
Los ladrones: Despojan, hieren, se van, y te dejan medio muerto.Muchas historias horribles no deberían pasar, muchos testimonios pudieron haber sido más cortos, muchas crisis no debieron ir más allá de los círculos íntimos.El hombre herido junto al camino vio extenderse innecesariamente su agonía.¿Porqué? Porque gente que le debería ayudar no está dispuesta.
II. La gente que le debería ayudar
1. Los Religiosos: Son personas que están bajo votos más fuertes y serios que los del matrimonio. El problema es que en su afán de cumplirlos no se dan cuenta que sus vidas no hacen diferencia alguna en la sociedad. Se enajenan, se aislan, se enclaustran.
a) Van por el mismo camino que el hombre medio muerto. No era diferente a él. Era alguien con los mismos antecedentes. Aunque no lo habían asaltado, sigue descendiendo, sigue decadente.
b) Evalúan por la vista. No hay criterio de evaluación espiritual.
c) Te abandonan también (pasan de largo). Te ignoran, no hay interés por tu necesidad.
2. Los miembros de las congregaciones religiosas: son representados por un levita.
a) De él se esperaría que hiciera lo que se le enseña, aunque sus maestros no le dieran el ejemplo. Es lo que dijo Abraham en la parábola del rico y Lázaro: (Lucas 16:29) Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
b) El levita se acercó pero el herido nunca se dio cuenta. Si tú has pasado alguna vez por momentos en los que te sientes profundamente solo, en que querías sentir que alguien se interesaba por ti, sabrás entender muy bien lo que estoy diciendo. Dios hace pasar cerca de nosotros a muchos religiosos y levitas a los cuales los ha llamado, pero ellos no entienden este llamado y por eso no se dejan usar por él.
c) Probablemente nunca supiste que Dios tocó a muchos levitas para que te ayudaran en tus momentos de angustia, desesperación, dolor, depresión. Pero ellos se hicieron los desentendidos y te ignoraron.Dios los tocó, Dios los llevó a verte. Hay gente que a lo largo de tu vida te pudo ayudar y no lo hizo, o simplemente no quiso.
Entre los ladrones, el sacerdote y el levita no hubo diferencia en su comportamiento:
Despojaron : Al irse de largo el religioso y el levita le negaron la probabilidad de una más pronta recuperación.
Hirieron: no le reconocieron su valor como ser humano que dice ¡Eyyy! Yo valgo, yo cuento, mis sentimientos como criatura de Dios, mi opinión es importante.
Abandonaron: Lo dejaron sin esperanza. Se suponía que ellos representaban a Dios, pero su comportamiento le hizo desmayar más. Este hombre había caído en manos de ladrones y ellos lo dejaron en sus manos. El no sintió que manos dispuestas, manos diferentes a las del despojo lo levantaran. Aquellas manos criminales todavía estaban marcadas en su cuerpo: Manos de un esposo infiel que maltrataba a una mujer, en manos de un joven que abusaba de su novia, en manos de la drogas, del alcohol, de una enfermedad terminal, de una vida sin sentido.
Le dejaron medio muerto. Fue asaltado tres veces: Física, espiritual, y moralmente.
El aspecto que más nos asusta de esta parábola es que la gente puede llegar a sentirse cómoda con la presencia en su medio de la maldad. Esto puede ser a causa de que cada uno de nosotros ha sido asaltado alguna vez ...por Satanás. Cada pecado que cometemos es una oportunidad abierta para el ataque del enemigo. Es descender de Jerusalén a Jericó. Por eso él no pierde oportunidad alguna para asaltarte, despojarte, desnudarte, avergonzarte, humillarte, golpearte, doblegarte, destruirte.
El pecado en tu vida es como la sangre para el tiburón en alta mar.
III. El Rescate del Caído
a) Pero aparece alguien que iba de camino. En la encrucijada. Aparentemente venía del sentido opuesto. Iba de Jericó a *Jerusalén. “Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me seque la mano derecha; que se me pegue la lengua al paladar, si no me acuerdo de ti”, se promete en los matrimonios judíos. (Salmo 137:6).Este hombre ascendía. Tenía un plan para el mundo entero. Era Alguien inesperado, la última persona que pensaríamos pasaría por allí. Alguien con todos los recursos a mano para ayudarnos. Alguien que no tiene absolutamente ninguna razón para extendernos la mano. Alguien ajeno a la causa de nuestro problema. Alguien que está preparado para socorrernos. Alguien que nos da su lugar de honor y privilegio y toma el nuestro de humillación y sufrimientos hasta las últimas consecuencias.
b) Vino cerca de él. El gemido de dolor no le fue indiferente. Como algo totalmente natural en él se le acerca con diligencia.
c) Lo vió. Sus pasos no se alejaban, se acercaban. Este se dirigió con paso firme hacia él. Lo vió porque lo buscaba.d) Fue movido a misericordia. Misericordia significa que .... Si hubiera estado en un barranco de allí lo habría rescatado.
Pasos del Rescate
1. Acercándose. La distancia impide la realización de los rescates.
2. Vendó sus heridas. Eran muchas y considerables, porque requirieron vendajes.
3. Echándoles aceite y vino.
4. Lo puso en su cabalgadura.
5. Lo llevó al mesón
6. Cuidó de él. El personalmente se ocupó de sus cuidados. Cuando alguien herido llega a estar bajo su cuidado, él mismo se ocupa de brindar los cuidados de emergencia. ¿Cuántos sabían que él es el médico divino? Lo puso bajo su abrigo, como dice un himno:
El que habita al abrigo de Dios
Morará bajo sombras de amor
Sobre él no vendrá ningún mal
Y en sus alas feliz vivirá
Oh yo quiero habitar al abrigo de Dios
Solo allí encontraré paz y profundo amor
Mi delicia es con él comunión disfrutar
Y por siempre su nombre alabar.
a) Este es un cuidado extenso. Es un cuidado que lo prorroga hasta que nos recuperamos y sobrepasamos el peligro de muerte. “Mas ya ha pasado de muerte a vida...”
b) No es cuestión de horas. El nos dedica días. El pasaje no dice al otro día, dice “otro día”. Teniendo millones de casos qué atender él no tiene prisa y sabe reanimarnos.
Encarga a alguien como responsable. Este es el mesonero. El mesonero representa todo ministerio o iglesia cristiana. Quien relató esta parábola es Cristo. Oh, cuánto sentimiento de bondad, amor y misericordia hay en su historia por cuanto él mismo no fue dado a luz en un mesón, pero, él al pensar en un pecador dice que éste debe ser llevado a un mesón y ser bien atendido.
a) Le paga por adelantado. Le da dos denarios. Un denario era el equivalente al salario de un día de un jornalero en los tiempos de Jesús. Algunos equivocadamente interpretan que los dos denarios significan dos mil años y luego el señor regresará. Los dos denarios son la garantía de pago.
b) Todo iba a su cuenta. Le dice cuídamele.
1. Lo que gastes de más. Esto implica la inversión de nuestras propias vidas, posesiones, tiempo, sacrificios, rendición de nuestro ser. Lo que se hace yendo más allá del deber. Lo que hacemos más allá del cuidado de nuestra propia alma. Lo que no hace un profesional de la conducta humana, lo que no hace un socorrista de la cruz roja, lo que no hace un agente del orden público, lo que ellos no hacen debe estar dispuesto a hacerlo cualquier miembro de la iglesia por un alma a nuestro cuidado. En la iglesia nada de lo que conforma una necesidad puede soslayarse.
2. Hay una confianza en que el mesonero será diligente, fiel, honesto. El pago fue por adelantado y fue calculado para que nada falte, pero por si acaso empeñó la palabra. Hizo una promesa solemne bajo la gravedad de la responsabilidad que pone bajo el mesonero. En alguna de las promesas de Dios está la reposición a todo lo que gastamos de más.
3. Te lo pagaré cuando regrese. El viene con pago y retribución en sus manos.
Concluyo con lo siguiente:
¿Cuándo fue la última vez que fuiste asaltado por Satanás
Qué te robó?
¿Estás sano de tus heridas?
La forma más convincente de saber que una herida sanó es cuando deja de dolerte.
En este momento quiero que todos bajen sus cabezas y cierren sus ojos para el momento reverente de oración que vamos a tener.Cristo está de nuevo pasando por este camino de encuentro .
¿Cómo crees que él te ve hoy?
¿Algo o alguien te ha despojado?
¿Herido?
¿Abandonado?
¿Te ha quitado las ganas de seguir adelante, el gozo de vivir?
No hay tiempo que perder. Tus heridas deben ser vendadas. El aceite y el vino de la oración debe ser derramado sobre ti.
DIOS TE BENDIGA AMIGOS(AS)

sábado, 18 de julio de 2009

Oración de Jabes



Sus orígenes

¿Acaso Jabes es sólo una persona desconocida que por algún oscuro motivo aparece en los registros de las Crónicas? Sería erróneo pensar así, pues el Espíritu de Dios le dedica a este hombre dos importantes versículos, los cuales no sólo no han perdido su valor sino que además logran que nos interesemos en la lista de nombres que aparecen allí. ¿Quién fue Jabes? Es probable que haya sido un descendiente de los Ceneos que luego fue incorporado a la tribu de Judá (Jueces 1:16; 4:11; 1.º Samuel 1:6; 1.º Crónicas 2:55). Por lo tanto, inicialmente él no pertenecía al pueblo de Dios. Utilizando las palabras que Pablo escribió en Efesios 2:12, podemos decir que Jabes estaba alejado de la ciudadanía de Israel y ajeno a los pactos de la promesa. Efectivamente, sólo por la bondad de Dios, él recibió un lugar en dicha nación, y nada menos que en la tribu de Judá, que significa «alabanza».
En este pasaje de 1.º Crónicas 4, hallamos la oración que Jabes eleva para alabar a su Dios, al nuevo Dios que había hallado. Como leemos en estos versículos, él invoca al Dios de Israel. Esto confirma el pensamiento de que como extranjero él se había unido a la nación de Dios y había hallado refugio en el Dios de Israel, tal como en tiempos anteriores lo habían hecho Rahab y Ruth. Jabes comprendió que estaría seguro bajo la protección de este Dios, el Dios vivo y verdadero, por lo cual se encomienda por completo a Él. La oración de este hombre es un testimonio de su gran fe.

Su nombre

La historia de Jabes comienza con dolor y tristeza. La palabra "dolor" es utilizada doce veces. Su madre le había dado el nombre de Jabes (= que causa dolor), debido a que ella lo había dado a luz con mucho sufrimiento (v. 9c). Jabes pide en oración ser librado del daño del mal (v. 10d). Aun cuando fue un hijo nacido del dolor, él fue prominente entre sus hermanos. Leemos que incluso fue más ilustre que sus hermanos (v. 9a). Jabes nos hace pensar en Benjamín, quien fue llamado por Raquel "hijo de mi aflicción", pero a quien Jacob llamó "hijo de mi diestra" (Génesis 35:18). El

sufrimiento y la aflicción son consecuencias del pecado del hombre ("con dolor darás a luz los hijos", Génesis 3:16).
Pero a estos sufrimientos les sigue la gloria: la gloria de Dios que se revela en toda la tierra, la gloria que a la diestra de Dios es ahora real para la fe. Esto fue real para Benjamín, como también lo fue para Jabes. Pero por sobre todo, es aplicable al Señor Jesús, y a nosotros, cristianos, también. Los sufrimientos de la cruz fueron seguidos por la exaltación de Cristo a la diestra de Dios en los cielos. Como creyentes, también somos llamados a participar de los sufrimientos de Cristo, y debido a que el Espíritu de gloria reposa sobre nosotros, sabemos que un día seremos glorificados juntamente con Cristo (1.ª Pedro 4:13,14).

Su oración

Detengámonos en algunos detalles de la oración de Jabes. Podemos dividirla en cinco partes:


(1)


La primera parte es: "¡Oh, si me dieras bendición...!" Jabes reconocía que el Dios de Israel al que él estaba invocando era la Fuente de toda bendición. Como también nos enseña Santiago: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces..." (Santiago 1:17). Jabes, conciente de esto, tenía una gran fe y podía entonces orar por una bendición abundante. Sin lugar a dudas, su fe no fue despreciada. Esto mismo puede aplicarse a nosotros. Nuestro Señor, en su gracia, nos ha dado vida, y vida en abundancia (Juan 10:10). Como cristianos sabemos que hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:13).


(2)


Todo esto nos conduce a considerar la segunda parte. Jabes oraba para que su territorio fuera ensanchado. Cristo se hizo pobre para que nosotros fuéramos enriquecidos. En Él, en el Hombre que está a la diestra de Dios, nosotros tenemos una herencia celestial.
Poseemos un rico campo de bendiciones espirituales y eternas en los lugares celestiales, un hogar mucho mejor que la tierra de Canaan. En este sentido, todos los creyentes somos «hacendados» que esperan un ensanchamiento de su territorio. Hallamos un hermoso ejemplo de esto en el Antiguo Testamento, cuando Josué recibió la promesa: "Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie" (Josué 1:3). Nosotros también deberíamos conquistar paso a paso la Tierra Prometida y reclamar la herencia que nos ha sido dada en Cristo. Cuando Él nos otorga la victoria sobre nuestros enemigos, podemos decir como Isaac: "Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra" (Génesis 26:22c).
En este sentido es que Jabes deseaba ensanchar su territorio. Acsa, la hija de Caleb, tenía un deseo similar. Ella pidió tierras y también fuentes de aguas (Josué 15:18,19; Jueces 1:14,15). Y a ella se le concedió lo que pedía. De la misma manera leemos aquí acerca de Jabes: "Y le otorgó Dios lo que pidió". Dios desea bendecirnos; es su deseo porque Él nos contempla, en Cristo, favorablemente.


(3)



En tercer lugar, Jabes le ruega a Dios: "...y si tu mano estuviera conmigo..." Él no confiaba en sus propias fuerzas ni en su conocimiento, sino que descansaba en la ayuda y la guía de Dios. Él deseaba ser llevado por la mano de Dios, de manera que pone —por así decirlo— su mano en la mano de Dios. Jabes conocía muy bien los milagros que esas poderosas manos eran capaces de hacer. Con "mano poderosa" Israel había sido librada de Egipto y traída a la tierra de Canaan (Éxodo 6:1; 14:8). ¿Acaso la mano del Señor puede acortarse? (Números 11:23). "La mano de Dios es para bien sobre todos los que le buscan" (Esdras 8:22). ¿Hemos puesto nuestra mano en la mano de Dios? ¿Reconocemos que el Señor está a nuestro favor y que por lo tanto todos los poderes que nos hostigan deben retroceder? (Romanos 8:31).


(4)


"Y me libraras de mal", es la cuarta parte de la oración de Jabes. Esta expresión puede interpretarse de dos maneras: el mal como pecado o el mal como algo que nos daña, por ejemplo, algo adverso. Nosotros no seremos guardados siempre de recibir daños. Para los israelitas, sin embargo, la prosperidad terrenal era una clara señal del favor de Dios. Cuando un israelita era protegido de sufrir daños, esto significaba que la mano de Dios estaba sobre él. Para nosotros, que somos cristianos, las cosas son muy diferentes ya que nuestras bendiciones pertenecen a otro nivel, tienen un carácter espiritual y celestial. No obstante, como discípulos de Cristo, también debemos pedir en oración que seamos guardados de la tentación y librados del mal (cfr. Mateo 6:13). En cuanto al mal en el sentido de cometer actitudes o hechos pecaminosos, también es nuestra responsabilidad huir de tales males (cfr. Job 1:1).


(5)


Todos estos conceptos pueden ser aplicados a la quinta parte de la oración: "Para que no me dañe" o "para que no me cause dolor" (V.M). Es muy triste que las personas cedan al mal y luego sean traspasadas con muchos dolores (1.ª Timoteo 6:10). El Señor desea protegernos de todo esto, pero debemos caminar con Él. No obstante, vivimos en una creación sujeta a la futilidad, en un valle de lágrimas y de dolores, de manera que, tarde o temprano, hallaremos en nuestros caminos dolores y tristezas. Pero, si nos encomendamos al Señor, el daño nunca más nos provocará "dolor".
La oración de Jabes, que seguramente tiene mucho más para enseñarnos, fue contestada. El versículo 10 concluye: "Y le otorgó Dios lo que pidió". Dios escucha nuestras oraciones: estemos absolutamente seguros de ello. ¡Es el feliz mensaje que resuena en estas palabras finales y que nos alienta a seguir el ejemplo de Jabes!